martes, 25 de diciembre de 2007

Día de Navidad





Uno de los días que más me gustan del año. No por sus implicaciones religiosas, ni porque me dedique a visitar familiares, ni nada por el estilo. Más bien por lo increiblemente tranquilo que es el día. En mi caso, supongo que para la gente que trabaje en algunos sectores tiene que ser un infierno. O como poco un día más. Pero no es mi caso, y si algo agradezco tanto del día 25 de diciembre como del 1 de enero es la tranquilidad que se respira. Normal, se han tirado todos los petardos metafórica y literalmente hablando en la noche pasada. Como mucho se ven algunos niños jugando en medio del frío enseñando sus juguetes nuevos, y algún padre legañoso acompañándolos. Muchísima gente se encuentra vegetando en sus casas, tragándose bodrios de películas mientras se toman un Almax y se paran a pensar que las navidades aún no han acabado. Para alegría ante todo, de los comerciantes. No hemos descubierto América desde luego, pero entre tanto mensaje que nos induce a gastar no viene mal mencionar lo que viene después de las navidades, sobre todo para los que se dejan llevar por el espíritu navideño consumista.

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